Algabaría y exorcismo ancestral en el corazón de Lisboa
uando menos te lo esperas el diablo va y se pone de tu parte. Sí, los demonios regresaron de las tinieblas que los envolvieron en la jornada del sábado. Pero ellos estaban ahí, ni aunque cayeran piedras del cielo los iban a exorcizar, porque venían del más allá de La Alcarria y de Cerdeña. Pero se hizo la luz. La luz que impregna a Lisboa. Llegó el color deLeón y también de Cáceres, y de Tras os Montes y cómo no, con las meigas de Galizia y el musgo de Béjar.
Parsimonosiosa, esbelta, negra como el carbón y feliz paseaba A Velha de Vila Châ, que dice estar casada con las tormentas. Esta anciana mujer, fea y barbuda… representa al año que termina… pero aquí representó al Concejo de Miranda. Como también A Velha e o Carocho de Constantin, para quienes existe bula… Como todo está permitido para O Velho e a Galdrapa de Sâo Pedro da Silva, porque ellos, como Santa Lucía, hicieron la luz.
Sonaban chocalhos de Podence, donde Macedo de Cavaleiros, para espantar a las ánimas que, envueltas en humo que atufaba a pelo, se confundían con el policromismo deLos Toros y los Guirrios de Velilla de La Reina, que bajaron de las tierras de León.Eran los rituales de caza y fertilidad que derivaron en un improvisado Carnaval en el centro de Lisboa. Es la veneración al animal –el toro blanco como la nieve de los Picos de Europa- y la parodia agrícola con reminiscencias religiosas… Na más que asustar a las doncellas por casar.
Como salidos del siglo XII, aunque no era 17 de junio ni Corpus, también espantaban disfrazados, sin ser Santa Marina, a los viandantes que no hacían más que exclamar al ver aquellos hombres de musgo que parecían venidos de los bosques de Querubín. No había musulmanes para recuperar la fortaleza, pero sí curiosos que seguían exorcizados el paseo de los Hombres de Musgo de Béjar, de las tierras serranas de Salamanca.
São os Pauliteiros, cá da minha terra, armados de paus; não, pra fazer guerra. Son los pauliteiros de Palaçoulo que atraen la curiosidad de la muchedumbre. Es la pericia de sus movimientos acompañados por el sonido de la gaita de foles, del bombo, de la caja y de las castañuelas. Es la falda bordada –que no es escocesa-, pañuelos de alegres colores y sombreros de flores. Es la emoción que converge en la cultura ancestral, en la sonoridad de la música transmontana y la danza guerrera.
Brincan, saltan sujetos a una larga vara, asustan… son los Sidros de Valdesoto –Asturias-, con aspecto animalesco y cola con la saludan a las mozas que también invitan a sidrina. Qué susto la pobre mujer! Bebía sidra fresca cuando le hacen Carantoñas de San Sebastián. Venidos de Acehúche –Cáceres- son fieras que llegan para salvar sino a San Sebastián sí a los miles de personas que huían a su paso. Es el símbolo de lo brutal, de lo grotesco… es la máscara rural en estado puro.
Sorprendentes los adornos de Los Danzantes y los Boteiros de Vilariño de Conso… Es una procesión andante llena de color, vistosidad y el sentido más original del Carnaval. Como también los ‘Boteiros’, esas figuras inseparables del folclore de Galicia. Los de Viana do Bolo van acompañados de comparsas que atruenan por donde pasan.
Medio hombres-medio cabras, negros como el hollín, se cubren con lana del animal… Es el recuerdo de la pasión y muerte de Dionisio, dios griego del vino, de las fiestas y el teatro. Y teatro, del bueno, representó este grupo deMamutzones de Samugheo –Cerdeña-… Cencerros y sustos. El macho cabrío que atemoriza a las mozas y los espectaculares cuernos…
Los hombres de Luzón aprovecharon la lluvia y la tormenta para transfigurarse en bestias demoníacas. Negros de los pies a la cabeza y cuernos de toro, cencerros en la cintura y el trozo de patata cruda en la boca simulando dientes deformes… En su entretenimiento persiguen a todos los que no estén enmascarados y pertubar a las muchachas y a este viajero, como a otros muchos, también embadurnaron su rostro.
Es el Desfile de la Máscara Ibérica que organizan Progestur y EGEAC en el corazón de Lisboa. Es la expresión cultural más antigua de las que existe. Es la máscara y los enmascarados. Es el color, los fanfarrones, los refunfuñones. Es la algarabía en estado puro. Es el exorcismo entre la cultura ancestral que llega de los diversos ámbitos goegráficos del mundo rural y las decenas de miles de personas que se concentran en el centro de Lisboa. Es la Praça do Rossio transmutada en un escenario de tradiciones festivas y paganas.
Pero también la música de Rare Folk de Sevilla y de Trasga y Quinteto Reis de Miranda do Douro, y la Fanfarra Káustica de Aveiro. Es la música de la gaita de foles y la dulzaina, de la gaita asturiana y la trompeta. Es la fiesta en la calle. Son las particularades de las regiones –no importa de dónde sean- que interpretan con orgullo una tradición que cada día sorprende más.
Agradecimiento de la organización del FIMI
La organización del FIMI desea agradecer a los grupos del desfile invitados a la 11ª edición del festival. Un especial agradecimiento a los grupos que a pesar de la cancelación del desfile del día 7, sábado, hicieron causa para brindar con su presencia una fantástica reunión de máscaras, caretos y mascarados, acompañados de sus gaiteros y tambores que dieron brillo a la programación del domingo, manteniendo la lluvia alejada de la Praça do Rossio y la energía y buena disposición presente en todos los momentos.
Con mucha emoción damos testimonio de la importancia del FIMI para los grupos de máscaras de las diversas regiones de España y Portugal. El empeño y la voluntad demostrada consiguió superar los imprevistos que no se pueden controlar. Quedará en la memoria una edición hecha por vuestro querer, empeño e inigualable dedicación-
Una vez más muchas gracias.
A organização do FIMI gostaria de agradecer a todos os grupos de desfile convidados para a 11ª edição do festival!
Deixamos um especial agradecimento aos grupos que apesar do cancelamento do desfile de dia 7 (sábado) fizeram questão de nos brindar com a sua presença garantindo uma fantástica reunião de máscaras, caretos e mascarados, acompanhados de seus gaiteiros e incessantes tambores que abrilhantaram a programação de domingo, mantendo a chuva afastada da Praça do Rossio e a energia e boa disposição presente em todos os momentos.
É com emoção que testemunhamos a importância do FIMI para os grupos de máscaras das várias regiões de Espanha e Portugal. O empenho e a vontade demonstrada conseguiu superar os imprevistos que não conseguimos controlar. Ficará na memória uma edição feita pelo vosso querer, empenho e inabalável dedicação.
Mais uma vez a todos um bem-haja e muito OBRIGADO!