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El puente de Cedillo

2016/03/30

Entre Piedras Albas y Valencia de Alcántara se extiende el tramo de raya hispano-portuguesa más extenso sin ningún paso fronterizo, si exceptuamos la presa de Cedillo, abierta tan solo durante los fines de semana. En España, solo entre Bielsa y Portalet y entre Bossòst y Andorra, en el Pirineo más escarpado, se encuentran tantos kilómetros de frontera impermeables.

La solución a esto es la construcción de un puente en Cedillo, cuyo proyecto está prácticamente hecho e, incluso, se ha llegado a contar con parte de la financiación, pero por unas u otras razones, no se ha llevado a cabo. Ahora parece que la construcción de ese puente va a ser una realidad, sin embargo, se cuestiona su utilidad porque daría servicio a muy poca población y porque se entiende como un favor político.

Vamos a dejar a un lado lo del favor político, que quizás sea tan cierto como que antes se aparcó el puente también por razones políticas. Centrémonos en los datos. Efectivamente, el puente prestaría servicio directo a muy pocos habitantes de la provincia de Cáceres, en concreto, a los 1.500 extremeños que viven en los ayuntamientos de Cedillo, Herrera, Carbajo y Santiago.

 
 

Pero si analizamos el servicio directo a ciudadanos extremeños que prestan el azud de Zarza, el puente romano de Segura o incluso el puente de Monfortinho, llegaremos a la conclusión de su poca utilidad. Evidentemente, lo que cuenta no son los pocos habitantes extremeños próximos al paso fronterizo (si fuera por eso, deberíamos cerrar toda la frontera salvo la de Badajoz y, quizás, la de Valencia de Alcántara), sino el área de influencia de cada puente y de cada frontera.

Los romanos levantaron el puente de Segura para unir Emerita Augusta y Norba Caesarina con Egitania y Conimbriga, no para que los de Piedras Albas fueran a Segura. Con el puente de Cedillo sucedería algo parecido. Está claro que ese puente no se levantará para que los cedilleros vayan a comer marisco a Montalvão, sino para que el área más poblada, dinámica e industrializada del interior de Portugal tenga una salida rápida, funcional y competitiva hacia Extremadura y viceversa.

El puente que se proyecta en Cedillo sería una salida hacia y desde la Extremadura central y del sur hacia y desde el eje Nisa-Vila Velha de Rodão-Castelo Branco-Fundão-Covilhá, es decir, 159.500 potenciales turistas, cuatro industrias papeleras de Vila Velha, varias industrias de peso en Castelo Branco y cinco poderosas fábricas de tejidos de Covilhá. En resumen: la zona económica y demográficamente más dinámica y poblada del Portugal interior no tiene ninguna salida inmediata hacia Extremadura y este puente paliaría esa situación.

Hoy, para ir de Cedillo a Castelo Branco, hay que recorrer 169 kilómetros, que serían 65 con un puente, aunque con un par de tramos de carretera mejorados, la distancia sería de 40 kilómetros: un viaje tentador para los albicastrenses, que hoy tienen una buena tirada hasta Piedras Albas o Valencia de Alcántara.

Claro está que existe una solución más económica, aunque no sé si técnicamente viable: que se habilite el paso sobre la presa de Cedillo para que puedan circular por él camiones y coches durante toda la semana. Así, sobre la presa de un embalse, se cruza, en la provincia de Zamora, de Fariza a Miranda do Douro y también de Fermoselle a Bemposta, y en la de Salamanca, de Hinojosa de Duero a Freixo de Espada a Cinta.

Lo que no acabo de entender es por qué en esos embalses, que son, más o menos, de la época del de Cedillo, se habilitó en su momento un paso fronterizo y aquí no se hizo. En fin, Extremadura.

http://www.hoy.es/extremadura/201603/30/puente-cedillo-20160330001117-v.html